miércoles, 22 de diciembre de 2010

El interrogatorio

Quedo con el en un sitio alejado de todo el mundo, es una zona de grandes almacenes abandonados donde tengo preparado algo que el no se espera, llega puntual al parque que servia de descanso cuando aquella zona estaba en pleno apogeo, le miro a los ojos sabe quien soy sin mediar palabra se acerca a mi y agacha la mirada en mis manos ve un collar, una correa, y unos grilletes, se lo coloco todo y estirando de la correa lo llevo hasta uno de los almacenes mas alejados y oscuros, al entrar al fondo se ve una habitación pequeña con una silla en medio una lampara de luz blanca, varios cubos de agua con hielo, y una mesa enfrente y un sillón cómodo.



*

Entra desnudate y siéntate en esa silla ahora en 2 minutos entraran a terminar de arreglarte para que hablemos.



Suelto la correa y salgo por la puerta cerrándola tras de mi, me dirijo a otra habitación donde tengo un sumiso y una sumisa esperándome.



*

Vosotros ir a la habitación atarle a la silla, vendarle los ojos y no le digáis nada



Vestida toda de negro, con mis botas de tacón y mi fusta en la mano entro en la habitación, el se estremece escuchándome andar cerca de el.





*

hola me alegro de tener hoy un juguete nuevo al cual interrogar y torturar, tienes prohibido que se te ponga dura tan solo te excitaras cuando yo quiera, y mucho menos puedes correrte. ¿lo entiendes?



*

Si



*

Si ¿que?



Desde detrás de la puerta se escucha la voz de mi esclava decir señora...



*

Si, Señora



*

Eso esta mejor aunque como te lo han tenido que chivar ambos mas adelante seréis castigados.



*

Bien empecemos,-rozándole con la fusta por el cuerpo- eres mi juguete te puedo utilizar como me venga en gana, soy tu sueño, tu diosa deseas notar mis manos, mi aliento cerca de ti, ¿que es lo primero que te viene en mente?



El no responde esta, excitado sabiendo que no debería pero lo esta, ella coge con un cazo agua de uno de los cubos y sin previo aviso se la empieza ahechar lentamente por su entrepierna, el extremadamente suplica que pare, parando le vuelve a preguntar.



*

¿que es lo primero que te viene en mente?



*

Usted mi señora



*

¿Solo? Tu puedes hacerlo mejor, -dice acercándose tanto a sus labios que casi los roza-



Esto hace que se vuelva a excitar, ella que lleva guantes negros de satén le quita la venda de los ojos rozando suavemente el cuello siguiendo hasta el pecho, se pone delante de el tan solo a unos centímetros y dándole una bofetada le dice.



*

Puedes hacerlo mucho mejor responderme ¿que es lo primero que te viene en mente?





Continuara si tal vez encuentro la respuesta adecuada ¿que es lo primero que te viene en mente?



¿TE ATREVES A RESPONDERME?

No hay comentarios: